Pues sí, cuando tú no estás
conmigo,
cipreses hirientes en
aluvión,
troncones, bosques de
apelación
desgarradores de su
enemigo.
Pues sí, cuando tú no estás
conmigo
imperceptible la
inspiración,
sin ningún rayo de tu
colisión
y aludes relucientes si te
sigo.
Con el punto final de tu
error,
en mi entraña, un clavo
ancestral
centellea por siglos de
amor.
Sonámbula en este
lodazal,
en el desastre del peor
horror,
detestable barbarie,
mi final.
Pingback: Xenón (Número 145) – 🌎 Alquimia. Bellos poemas. Mercedes Merluna.