Solo alcanzo, al recuerdo,
de un doctor joven,
mirándome, de frente,
antes de mi entrada reciente,
por esa frías puertas,
camino, de un espacio muerto
donde, la vida, se me puede ir,
en un pequeño momento,
donde todo un equipo,
me protege,
dioses del Olimpo, a mis pies.
¡Gracias anestesistas!
¡Gracias cirujanos!
¡Gracias celadores!
¡Gracias enfermeros!
¡Gracias auxiliares!
¡Gracias limpiadoras!
¡Gracias patólogos!
¡Gracias oncólogos!
¡Gracias técnicos!
¡Gracias especialistas!
¡Gracias! ¡Gracias a todos!
¡He vuelto a la vida!
¡Rejuvenezco!
¡No me doy por vencida!
Con vuestro trato
y, con vuestros cuidados,
los tesoros de la vida,
en mis manos,
¡flores de murano!
(Olympo regnator).
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