Respiro,
con una cúpula blanca,
encima de mi cabeza,
vestida de blanco puro.
¡Respiro! ¡Respiro!
Un respirar profundo,
el apoyo de mis pensamientos
me hace estar tranquila,
en estas paredes,
sin naranjos, sin limones,
sin duraznos,
camino de nuevos puentes,
elegidos, en un trono de luceros,
ensimismados,
en recrearse de nuevo,
hacia la aventura
de la tierra con el fuego,
con el alma en los labios,
sabiéndose prisioneros
de una urbe poderosa
que les ha enquistado
sus valores
y, los ha lanzado,
fulminantemente
a una vida de ruegos
entre personas vacías,
entre duelos de niños abandonados
entre misterios
que no se han resuelto.
La vida de la humildad
ha quedado fuera de juego
y, los gradientes lamentos,
se oyen por el mundo entero.
El blanco se ha hecho negro
y, la verdad,
solo busca un hombre nuevo.
🥰🥰🥰😇
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