Cimientos (Número 713)


Puedo ser la más buena,

si te cuento,

el cuento de mi vida,
en el candelero
de una portada de feria,
sacada,
del lugar más bello de la tierra,
ensimismado,
en aquella huella de tu alma
que, cerca del río Guadalquivir,
penetró, tan dentro de mí.
Aún, hoy, anda,

revolcándose, por mis venas.
Cientos de años hace
que te conocí;
cuando, los romanos,
andaban por aquí
y, en la época visigoda,
ya te quería yo a ti.
Surcos de tu alma en mí,
con ondulaciones de carmesí,
con flecos,

de loreñas flamencas
que, paseaban, por esta Vega.
¡Si es que tú no sabes…
lo que yo te quiero a ti!
Mira, fijamente,

al río Guadalquivir,
mi reflejo,
seguro que te aparece por allí.
Yo, estoy, de nuevo.

¡Por fin!
¡Tu amor tengo dentro!
¡Ha echado grandes cimientos!

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.