¡Qué dolor!
¡No estoy bien!
¡Sigo enferma!
¡Cuántas noches en vela!
¡Un velatorio recurrente,
en este triste camino,
con senderos desconocidos!
Quizás,
me acompañe un ente,
por esta cascada diferente.
¡Qué mala suerte!
¡Yo no elegí este camino!
¡Él, a mí, sí!
Y, ahora,
por este recorrido,
por esta difícil carretera,
donde, yo, no quiero estar,
con estas duras carreras.
Y, lo siento tanto,
tanto lo siento.
Ahora, no soy,
ni la sombra,
de lo que yo era.
¡Triste realidad!
¿Cambiará? ¿No cambiará?
😘😘😘😘
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