Paralizada,
en un estado de observación.
Decisiones, descomponiendo,
cualquier orden moral.
Desaliento, en esta época,
que me toca vivir.
Delante,
¡patética elegancia!
¡patético consumismo!
¡infructífero!
¡con exageraciones!
¡por supuesto!
Yo, me presento,
luchadora de mil batallones.
Pelearé, por lo imprescindible,
para mi comunidad:
¡una buena educación!
¡alerta ante su desaparición!
¡no solo de pan vive el hombre!
¡unas buenas pensiones!
¡no solo para políticos jubilados!
¡un buen empleo!
¡primordial, yo, lo veo!
¡solución a la inmigración!
¡urgente!
¡una buena sanidad!
¡la tenemos!
mas nos toca mejorarla
para, hacer de ella,
¡nuestro mayor orgullo!
Yo me digo:
¡no puedo paralizarme!
¡me lo exijo!
¡no puedo pararme!
yo ¡no!
y ¿tú?
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