Una tortuga (Número 484) Míriam Fotos Wabisabi


Un funeral se acerca,

los lloros en mis sienes,

congoja, dolor en mi cabeza.

Persigo, con la mirada,

a los acompañantes;

conocidos, familiares…

«visiones, no creo, que sean».

¡Uy! si van, mis hijos,

en la cabecera.

Cierro mis ojos,

siento, un golpe seco,

en mi pecho

y no creo lo que veo.

Me acerco, en un brinco,

a una señora mayor;

mi tía «Teresa»,

le pregunto, no contesta,

no se da cuenta.

Dos lágrimas,

salazón, para mi lengua.

Me acerco, de lleno,

a «Luis Manuel»,

mi marido;

lo zamarreo fuerte,

no siente nada.

Ya estoy algo más preocupada,

¿por qué será?

Pregunto en voz alta:

¿quién se ha muerto?

nadie me contesta

Lloro y corro hacia el cementerio;

¿que lápida estará abierta?

Busco desesperadamente,

me topo con los sepultureros,

los ignoro,

no hablo con ellos

Sigo corriendo,

busco un nombre,

entre las flores frescas,

un nombre.

Hasta que no lo veo no me lo creo:

¡mi nombre,! ¡mi nombre!

¡mi propio nombre!

¡mi propio entierro!

Miro hacia arriba,

miro hacia abajo…

hacia mi cuerpo

y solo soy, una tortuga,

que se arrastra por el suelo.
https://www.safecreative.org/work/1908071626831-una-tortuga-numero-484

https://instagram.com/brightworld22?igshid=1jptbvj5wfk47

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.