Encrespado (Número 321)


Mandrágora de mi amor,

te espero, bajo el árbol

de la vida eterna,

con una taza

de chocolate blanco

y un pastel salado.

Me convertiré

sin, otra Patagonia perdida,

en un sable de luz

para cuidarte aquí

y en la gloria del paraíso.

Te llevo, en mi corazón,

vaya donde vaya.

No te he olvidado,

mi amor.

Sigues aquí, encrespado.

(Eyaculación post mortem)




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