
Fatigas por esa caída,
sin darme cuenta,
en el suelo.
Una caída de espanto,
una cadera rota,
una pierna dolorida,
¡una caída! ¡una caída!
¡qué fatiga!
Se me amontona todo
tras tu mala noticia,
tras tu distanciamiento
de mi vida,
tras la falta de tu amor.
No duermo,
entre tus brazos,
protegida.
Despierto sola,
acordándome de ti,
desvalida.
Recuerdo de cuando,
tú, me decías:
-«yo te quiero»
-«vida mía».
Y, después de tu abandono,
voy sin rumbo,
más muerta que viva.
Voy perdida,
de caída en caída.
Replica a Me caí (Número 308) – 🌎 Alquimia. Poemas bonitos cortos y largos. Blog Mercedes Luque Navarro. Cancelar la respuesta