El tiempo, cura mi herida,
un puma arrodillado,
una caída, en su esencia viva.
El tiempo arrastra,
el peor lodo,
de mi amargo sentimiento,
de mi daño por dentro.
Me acerca, con tiempo,
al único precipicio
que existe en este mundo,
al único misterio inequívoco
de la vida,
así es el tiempo.
Me lleva, poco a poco,
en volandas,
a mi muerte,
a mi vida inmortal,
a mi muerte irrisoria,
en la que, yo, no creí
por bastante tiempo.
Soñaba ser una excepción
de la rueda intachable
del tiempo, ilusa, yo,
por aquellos tiempos.
Nadie vence al tiempo,
¡nadie!
Seguramente,
la inmortalidad,
sea,
otra cosa diferente.
Muy cierto, saludos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Franco Puricelli!!!!
Encantada con tu comentario 😘
Me gustaLe gusta a 1 persona