Sin mi firma (Número 282)


Apócope de terror,

estremecedor,

en mi vasta,

en mi callada cuna,

con las andanzas,

de mi locura,

que, me incitan,

a volar,

en otra dimensión.

Quizás, algún día,

antes de mi muerte,

lo consiga

y, corrobore,

la existencia,

de esa laguna mental,

que, cada vez,

acota mi mente,

¡con más bravura!

Cada día, me clava,

¡más clavos!

esta tremenda duda.

Tal vez,

me confunda,

en esa locura,

a la que, siniestramente,

me llevará mi sepultura,

¡sin escapatoria!

¡no hay duda!

¡confirmado queda!

¡pactado con la naturaleza!

¡escrito, sin mi firma!

¡sin mi consentimiento

informado!

pero, a ver,

¡me ha tocado!

Y tú ¿te lo has preguntado?

Positum et suspensum

(Cosas suspendidas y colgadas)

Una respuesta a “Sin mi firma (Número 282)”

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.