Un soplo de verdad,
en una copa de mentiras,
infame copa que se derrama
en otros lagares,
tras la ceniza de manantiales
que llegan a tu vida,
causa de otros males.
Tu esperanza inacabada,
se desvanece a manos
de otra causa,
te destrona de tu trono.
Y, ya, no te pertenece,
te quedas con la boca abierta.
De nuevo, sufres,
más que antes.
Y, todo, por confiar,
en esos casos
de medias calmas,
que se reflejan en tus carnes.
Todo lo bueno se marcha,
sigue, ya otro cauce.