Esta vereda, tan salvaje,
aúlla dentro de mi mente
y muerde, ferozmente,
mis conexiones.
Y me hace soñar,
con un terrible
arácnido demoledor,
dentro de su tela protectora.
Y corroe mis dominios,
sin dejar de alentar,
mi sobria pasta calavera,
en la clara misión
de lapidar esta confusa
vida interna,
para zarandear
mi corazón,
entre los restos inmensos,
que forcejean, unos
con otros, para hacerse
victoriosos,
de una o de otra manera.
Qué bonito Mercedes, este me gustó especialmente.
Un abrazo!
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Muchas gracias poetas en la noche por pasarte por mi blog. Y encantada de que te guste, un abrazo.
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