Esta vereda, tan salvaje,
aúlla dentro de mi mente
y muerde, ferozmente,
mis conexiones.
Y me hace soñar,
como un terrible
arácnido demoledor,
dentro de su tela protectora.
Y corroe mis dominios,
sin dejar de alentar,
mi sobria pasta carnicera,
en la clara misión,
de lapidar, esta confusa
vida interna,
para zarandear,
mi corazón,
entre los restos inmensos,
que forcejean, unos
con otros, para hacerse
victoriosos,
de una o de otra manera.
Qué bonito Mercedes, este me gustó especialmente.
Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias poetas en la noche por pasarte por mi blog. Y encantada de que te guste, un abrazo.
Me gustaMe gusta
Pingback: Victoria (Número 240) – 🌎 Alquimia poemas bonitos de amor cortos +800. Otros poemas. Blog Mercedes Luque Navarro.