Pues limpia
la arena de tu camino
y, la claridad,
sin duda, llegará.
Limpia esa arena,
con tus propias fuerzas,
la luz, te alumbrará.
Y, con tu capacidad,
¡ilumina tu camino!
¡no pares ni un momento!
¡cierra tus ojos!
¡qué claridad!
¡tan sutil! ¡tan escueta!
Y escucha a los perros,
¡no ladran! ¡te hablan!
Y escucha el sonido de las
flores,
¡te miman! ¡te cantan!
Y escucha la melodía
de tu corazón,
¡te regala esta linda canción!
Y sigue tu camino,
con la claridad, de tu destino.
Y ¡avanza!
¡con tu paso en equilibrio!
Y ¡avanza!
¡dentro de tu grupo!
¡Anda! ¡Avanza!
Tú ¡sigue y sigue!
¡Patea tu camino!
La luz te alumbrará…
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