Con tu ayuda en mi
transformación,
con tus sueños, gracias a tu
maní,
acogido eternamente
aquí,
beneplácito de mi
emulsión.
Desata tu pilar mi
adicción
con adornos de flor de
alhelí,
culmen de un amorío
nazarí
con sabor creador de mi
bastión.
Y de mí tú estás
enamorado,
bandeo cósmico a mi
existencia,
sumo milagro, verte a mi
lado.
Mi dádiva, tu estupenda
latencia,
múltiples calimas me has
clavado
con la pérdida de tu
ambivalencia.
1 comentario en “Renacimiento (Número 143)”