Yo no hago nada,
solo te acompaño,
¡siéntete arropado!
estoy junto a ti,
en este duro camino,
que te aboga,
al inmenso dolor
sin encontrar,
ningún placebo.
¡Apoya tu cara en mi pecho!
¡Dame tus manos!
¡Agarra las mías con fuerza!
¡Mi calor, para ti!
¡No te separes de mí!
¡Siente mi corazón!
¡Te golpea mil veces,
las que hagan falta!
Te doy mi pasión,
pusilánime, yo,
por amarte sin control.
Y, en mi desdicha,
¡tú no te das cuenta!
¡tú, sigues jugando,
con otros amores!
¡Te llevan a tu perdición!
¡No tienes suerte
en el amor, como yo!
¡Arrópate conmigo,
mi amor!
Aquí,
¡estoy yo!
Pingback: Te acompaño (Número 91) – 🌎 Alquimia. Bellos poemas. Mercedes Merluna.