Nace
de mi estancia en el mar,
un beso para tus labios,
náufrago del amor
que plasmas, mi ruiseñor.
Nace
del jardín de mi castillo,
una flor para tus ojos,
con el celeste del mar
al mirarlos de reojo.
Nace
de mi cielo estrellado
un lucero para tu corazón,
guárdalo con mucho amor.
Nace
de mi sin vivir
esta locura por ti..
Nace
de mis palabras,
este canto del quebranto
que parte mi alma,
partituras de tu calma.
Nace
de mi sentir,
un halago para ti,
de tu estridencia
en mi vida.
Caen y mojan
este pergamino
lágrimas de mis suspiros,
no hay amor
como éste mío.