Amor, amor,

¡no te demores,

en este proceso,

de tu positivo sentimiento!

En tus manos, se cobija,

el amor de luz,

inventor de mi zen.

Amor, amor,

hasta mi aliento,

sabe pronunciar

tu nombre.

Amor, amor,

¡libera mi alma

de su locura infernal!

¡de la carga del sufrimiento!

¡de las rasgadas sepulturas

que tú mismo le das!

Amor, amor,

¡cuida de mi corazón

por tanto como te ama,

sin explicación!

Amor, amor,

¡di que sí a mi alma

que va detrás de ti,

con su confusión,

con los sobresaltos

que tú mismo le marcas!

Tú, cada vez,

más invisible

cada día,

más perdido.

Amor, amor,

¡penetra en mi vida,

en este atardecer

de mi sien!

Amor, amor,

¡juega conmigo,

en el estanque infinito,

del credo de mi canción!

¡Canta poemas

junto a mí!

¡con tus espontáneos versos!

¡esos mismos versos

que yo guardo para ti!

mi amor…
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