Entre agujeros muy pequeños,
dorados intensos,
se deja ver tu alma, iluminada,
cual concierto,
en una noche,
de estrellas vibrantes,
candelas en el cielo,
fuegos artificiales,
candelabros, en la mesa,
de nuestro amor incesante,
plataforma del caminar
y, de los tesoros,
de esta vida dichosa,
del amor a alta escala,
con ráfagas intensas,
de tus candelas vigorosas,
que me llegan,
espuma salada en mi cuerpo,
entrenado, para amarte,
hasta la saciedad inquietante,
de tu cuarto andante,
con las puertas abiertas,
hacia las locuras, de besarte
y, con tu luz, me ilumino…
hasta quemarme.
😘😘😘😘