Cerca de ti, en este palomar
infranqueable,
escogido, en mi vida de ilusiones,
de gemidos marchitos,
en el eslabón de una dama caliente.
Quisiera pedirte un favor,
amor mío;
¡ten piedad de mí!
¡ten piedad!
¡desbloquea el angosto camino
que hay entre tú y yo!
Esta vida, se me hace, imposible,
seguirte, ¡mi martirio!
En otra, nos fundimos de amor,
en el paraíso de la blanca luna,
contra la pared,
en los maravillosos cercados
de las flores de tu jardín,
¡quiero volver allí!
¡amor mío!
¡quita esa pared!
¡vótala! ¡te quiero tanto…!
Y, en este nuevo estado,
mi amor, te pido
que me des un revolcón,
ese mismo de antaño;
(en mis recuerdos)
pese a tantos años
(en mis carnes)
amor mío,
derrumbadas de cariño.
¡Acorta las montañas
entre tú y yo!
¿Sabes?
– yo, estoy, mucho mejor,
amor mío…
(Para ti que me amas).
🥰🥰🥰
Fotografía Pexels
Uff!!!!! Mercedes, me dejas sin aliento. Aún retumban tus versos a pesar que lo he leído hace un buen tiempo. Ahora, cuando pase cerca de una pared, me seguiré acordando de tu poema y tus hormonas a punto de explotar. Genial. Me encantó una barbaridad tu grito de pasión. Saludos
Manuel
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Muchas gracias Manuel, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo!!!!
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Igual para ti.
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Muy bonito 🙂
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Muchas gracias Franco Puricelli!!!!
Un fuerte abrazo 🤗 😊
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