Rumbo al río,
al lago o al mar,
el agua, me guía
hacia el infinito.
Mi alma, destrozada,
en aquel monasterio
abandonado donde, yo,
te planté cara.
No esperaba de ti,
esa respuesta,
que me diste.
Perdiste, allí mismo,
tu sensatez.
Tu cara dio un giro,
en minutos, tú, no eras el mismo.
Tus ojos de loco,
por tu consumismo excesivo,
¡me daban tanto miedo!
¡esos gritos,
se hicieron chocantes!
Su eco, despertó a los pajaritos
durmientes de aquella encina,
cerca de la presa.
Destrozaste el enjambre
de margaritas
que, días antes,
miraste con cara de alegría.
Las pisoteabas,
con gran cólera,
embestida, para la naturaleza.
Yo, solo escuchaba:
¡tengo que comprarlo!
¡tengo que comprarlo!
Y me alejé de ti,
¡dabas miedo! ¡mucho miedo!
😨😨
https://www.safecreative.org/work/1912072639110-no-al-consumo-numero-632-