Pulverizo tus poros,
con gotas de mi corazón,
gruesas gotas,
ante tu inminente partida,
pocos días te pronostican.
Tu lecho, el mío,
me dejas, en este mundo,
murciélaga, sin rumbo,
en mitad de una noche
de brujas.
En esqueleto
me he convertido,
perezosa humana.
Todas mis ilusiones,
en este lecho de amor,
a la deriva,
(ni una sola vez,
lo pensé)
Y, en esta ocasión,
no tengo preparación,
una niña pequeña
con su rabieta.
Triste noticia,
la peor de las sentencias.
¡No vueles aún!
¡Empodérate
ante este injusto tribunal!
¡Sigue a mi vera!
¡Abdica
frente a ese monstruo!
¡No permitas
que te ponga
una mano encima!
¡Ríete de él!
¡No conoce tu valía!
¡No te dejes vencer!
¡Expúlsalo de tu vida!
Esposas de hierro,
en sus muñecas.
Vendas, en sus ojos.
Grilletes, en sus tobillos.
Su cabeza, en la guillotina.
Y, para ti,
esta armadura metálica,
en Toledo, te la compré…
Vida mía, ¡no te rindas!
¡Lucha!
¡Que se rinda él!
¡Que se rinda ella!
😘😘😘
https://www.safecreative.org/work/1911032384954-sentencia-numero-591