Vendo mis historias
a un alto precio,
por lo mucho,
que me ha costado vivirlas.
Por algunas, pasé por gusto,
otras, no estaban en mis planes,
las siguientes, por sorpresa,
me atacaron.
Así son mis riquezas,
un alto precio pido por ellas.
Acompañada de inseguridades,
de alegrías, de misterios,
de penas, de sueños
y de fracasos.
Y dos historias de miedo,
de un fuerte miedo,
miedo a la muerte,
un miedo tremendo,
al verla tan de cerca,
al sentirla en dos ocasiones
y escapar de ella.
Así, que mis historias,
no cuestan un euro,
mis historias cuestan
lo que yo no tengo,
millones y millones de euros.
Últimamente, he vivido,
los peores días de mi vida
y eso tiene un alto precio.
La salud, no puede comprarse,
la salud, no pueden venderse,
simplemente, se tiene.
Y, su valor,
infinitamente superior a todo.
Así, que mis historias
no las vendo,
tienen un precio inalcanzable,
las llevo conmigo.
Perdida mi salud,
siento la muerte dentro
y la torpeza de este mundo,
al no librarme de ella,
por mucho
que todos lo quieran,
inalcanzable.
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