A contra corriente,
tú, por el cauce de un río,
yo, en la inmensidad del mar,
así son los amores bravos,
no se pueden aguantar,
queman tanto el corazón
que hay que, apagarlos,
en las corrientes de las aguas.
Acaloramiento,
sarmiento
de una endeudada vida
en la que, yo, vivía
como la más follonera.
Todo, por haberte dicho
que «no», en otro mundo,
de este espacio infinito.
Perforación en la tierra
donde nací,
con un gran agujero
en mi alma,
de otra vida pasada.
Y, ahora,
piso los mismos senderos,
con la necesidad
de miles de años,
para solucionar,
lo malo de antaño.
Lista estoy yo,
mi amor,
para refrescarme.
https://www.safecreative.org/work/1908101664918-cauce-numero-490