Ahí voy
en esta cámara sideral,
hundidos mis huesos,
quietos mis músculos,
sin la música estridente
de una vida activa.
Aquí muerta,
postrada, en este reposo
catatónico.
Mi ánimo, fatal;
no como, no bebo,
mi espera ¡qué larga!
Y qué decir;
un catéter aquí,
otro allí,
un globo vesical,
¡qué dolor!
Mutismo en esta cama,
mi cama de hospital,
¡qué impacto! ¡qué impacto!
0 comments on “Impacto (Número 457) Míriam Fotos Wabisabi”