Pues toca, pasar la noche,
en URP, una noche distinta.
Me acomodan aquí,
mi cirujana,
me visita cuatro veces
en la noche ¡qué asombro!
La primera vez,
en sus labios,
la palabra «regular».
Y pregunta:
-¿le habéis puesto la heparina?
No, entonces, me la puso ella,
Al rato, vuelve,
me dice que todo va bien.
Mi estado anímico remonta
mas, la incomodidad,
no me deja respirar.
Y, el equipo de enfermería,
no es para tirar cohetes;
¡no me gusta nada de nada!
Y, esta mala noche,
va pasando
entre buenos y malos ratos.
Y, por la mañana,
cambio de turno.
Se me acerca una auxiliar,
amable profesional
y me dice:
-lo siento,
– te tocó,
-increíble…
ni siquiera te han puesto,
a funcionar, esta máquina.
Ella sabe,
la mala calidad,
del equipo de anoche.
Me la pone,
me da un beso
y me desea suerte,
-¡qué alegría de auxiliar!
-¡así da gusto!
Y, me comunican,
que voy para planta.
Me retiran algunas cosas
y, antes del cambio de cama,
una bajada de tensión,
(se atrasa mi cambio).
Y, cuando remonto,
voy para planta.
Mis familiares,
me esperan en la puerta,
ya salgo.
¡Qué ganas de verlos!
su amor, sus corazones,
sus manos,
los echaba de menos,
tanto…
😘😘😘
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