¡Bueno! ¡Bueno!
ya, ingreso.
Mis papeles, mis pegatinas,
mis pulseras identificativas,
una, con mis datos,
otra, del banco de sangre.
Espero al celador,
me acompaña,
a la quinta planta,
quinientos diecisiete,
mi habitación,
¡no se me olvidará!
Voy al control,
hora de la merienda.
Y, la pinche, me ofrece,
un descafeinado
con unas galletas,
¡qué ricas!
¡siempre me han gustado!
Y, en mi habitación,
dos mujeres mayores,
bastante más que yo,
las dos, de unos ochenta años.
Yo, ahora, a descansar
que, mañana,
pronto llegará.
😙😙🌷