Ingreso (Número 383)


Por fin, tengo cama,

en este hospital.

Me inspira confianza,

en la quinta planta,

quinientos diecisiete,

mi habitación sagrada.

Me acomodo,

hasta mañana,

día cuatro de abril,

a las ocho.

Pero, algo tarde,

a las diez de la noche,

se presentan mi cirujanos,

con un rotulador, en sus manos.

Me hacen casi un mapa,

pintadas y pintadas.

Por favor,

¡qué obra de arte se avecina!

Dormiré tranquila,

¿para qué pensar

si, mi cuerpo, está que trina?

Mañana, a las ocho,

estaré más dormida.

El tiempo se parará,

para mí,

un jueves, cuatro de abril.

diccionarioderimas.video.blog

cancerpoemas.art.blog

poemasdemercedes.com




A %d blogueros les gusta esto: