Muerte (Número 369)


No me quedé en quirófano,

en ese lugar donde, otros,

lo hicieron,

en ese lugar donde, la muerte,

ha estado, seguro, tantas veces,

en ese lugar donde, la muerte,

ha hecho su trabajo,

disimuladamente.

¡Estuvo allí! ¡Cerca de mí!

¡Yo la vi! ¡Ella me vio!

¡Se río en mis narices!

¡Echó una carcajada al aire!

¡Huyó, entre una niebla espesa,

con olor rancio de muerte!

¡Se giró hacia la derecha!

¡Tenía otra cosa pendiente,

la muy pendona!

¡Se alejó hacia otro lugar!

¡Dsapareció de allí!

Y, a lo lejos,

se escuchaban voces.

Se terminaba la vida

de un hombre joven,

entre llantos, cerró los ojos;

la muerte, se quedó allí,

con él.

A mí, esta vez,

me dejó tranquila.

No sé porqué,

¿será injusticia?

Si quiere saber más:

Vista cancerpoemas.art.blog

Vista poemasdemercedes.com

Vista diccionarioderimas.video.blog

Un comentario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.