Ayer,
otro día de pruebas,
en esta vida,
de hospitales.
Fue un día de suerte,
¡sin pinchazos!
¡sin malas noticias!
¡sin incidencias!
Tan solo,
una prueba de rutina,
repetida, de otro día.
Acabo pronto,
pues una chica,
anestesista,
con algo de prisa,
apenas mira mis ojos;
poca conexión
entre nosotras.
¡No me gusta
esta consulta!
Cuatro señoras,
hablando entre ellas;
algunas, se marchan,
se despiden, unas de otras,
deseándose, un buen día…
a mí,
ni me miran,
aquí,
solo, soy, un número.
Esta consulta,
baja mis ánimos.
Solo, unas notas,
unas firmas…
¡Adiós!
¡Muchas gracias por todo!
(aunque haya sido poco).
Diréis que soy quejica.