Honorable naturaleza,
se cuela, por mi cabeza,
dispuesta, a regalarme,
un bello día de primavera.
Los astutos zorzales,
revolotean,
cerca de mí.
Las blancas mariposas,
se posan,
en mi nariz.
El olor de azahar,
endulza,
todo mi cuerpo.
Por dentro, las flores,
con sus colores,
pintan mi alma.
Todas lindas
menos una.
Ella tiene, un gran colgado,
despegado de ella,
¡puede morir!
¡no sé que hacer con ella!
¿puedo salvar su vida?
¡no tengo ni idea!
La miro fijamente,
la uno a su lugar,
tomo un palo y se lo ato,
quizás, sirva para algo.
Este día de primavera,
tan bello,
puede ser, su nuevo comienzo.
¡Nunca me doy por vencida!
¡Lucho con lo que tengo!
¡Mis ganas de vivir!
Maravillosa luz,
me rodea,
en este lindo mes de abril.