Mientras la vida sigue,
a mí, se me ha detenido
mi tiempo,
¡en un solo segundo!
¡se me ha paralizado!
La vida, me da,
¡el tinte de los grises!
con un toque,
de sabor amargo.
Por mucho que hurgue,
¡no vuelco esta situación!
La solución,
¡no depende de mí!
¡no!
Llena de tristeza,
con mi ánimo,
que ha bajado a los suelos,
¡el día se me hace eterno!
Mi sufrimiento,
¡por dentro!
No quiero perder,
un rayo de esperanza,
para ganar, esta batalla,
que me ametralla.
Mi necesidad,
¡vestirme de colores verdes!
¡alegrar mi vida diferente!
¡no darme por vencida!
¡mirar al milagroso cielo!
y, gritar,
¡todo lo que yo te quiero!
2 comentarios en “Grises (Número 286)”