
Te asomas,
a un espejo imaginario,
¡tanto te lo crees!
¡qué subidón!
¡te crees superior!
Y te atraviesa el orgullo,
¡miras a tu alrededor!
¡no ves nada mejor!
¡inigualable! te dices,
¡soy el mejor! ¡yo!
Madre ¡qué desesperación!
Y, el hundimiento de tu alma,
sin esperanza,
¡vueltas! ¡más vueltas!
mientras, tú,
mirándote al espejo,
te peinas, te peinas…
Narcissus polar ice.
(Narciso polar frío)
Deja un comentario