Pórtico de tu gloria,
misterios de un milagro
en mi vida de sepultura,
con el único agrado,
de tu alma en mi cuna,
acallando mi mente
que me alumbra.
Y, dignamente,
con tu propia esencia,
mis sentimientos de sublimación,
perduran.
Y, en tu nombre,
amado mío, mi aventura,
postergada,
hacia el limbo de mi locura,
en el sosiego,
de esta noche oscura.