Y, no soy capaz,
de pedirte perdón,
aunque porto gran dolor,
en el trono de mi corazón.
Y, no soy capaz,
de pedirte perdón,
aunque no duerma
y acune mi pena.
Todo se amontona
en mi cabeza,
como en un castaño,
Agripina, noche a noche,
la conservación de las
perseidas, en su copa.
Y, las beso, con besos
de perlas bandoleras,
en estas montañas,
cerca del cielo.
Y cae, el retumbe del dolor,
por no separarse,
de ellas.
Y, no soy capaz,
de pedirte perdón.
“Mixtum delirium tremens”.
Delirio mixto trembloroso.
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