Ímpetu para quererte
y tú me desbocas, locamente,
hacia tu resbaladizo torrente
de agua salada, desde mi espalda,
hasta mi cintura y me refrescas,
con ungüentos salvajes,
cada vez que te tengo cerca.
Y, con este ímpetu triunfal,
busco el trueque
en las colmenas de mi nueva
vida que, sin más, me presentan
el camino milenario
hacia tu directriz.
Y, en esta vida, me abres
el arcoiris ante las tinieblas
de la muerte que deje atrás
para estar junto a ti, amor mío.
0 comments on “Ímpetu (Número 192)”