Y no hacen falta,
palabras incomprensibles,
para decirte que te amo.
Toma esta rosa roja,
su color,
mi pasión por ti.
Agarra este bello clavel,
su vistosidad,
la floración
de mi amor, amado mío.
Y te mando
este fresco tulipán,
su ternura,
mi alma que te ama.
Y, con esta tierna margarita,
mi alegría,
mi sonrisa para ti.
Y, con esta vara de nardo,
mi unidad,
el templo de mi amor.
Y, con este loto sagrado,
mi amor longevo…
desde tiempo, te venero.
Replica a Mercedes Cancelar la respuesta