Con tu arte palpito
conmovida,
con el ritual de tu mundo
fecundo,
con leal sentido, rey
profundo,
con tu sensibilidad
colorida.
Y por tu obra caigo
sorprendida,
con placeres, con un amor
jocundo,
nos adentramos en el
supramundo,
vaporosos hacia otra
salida.
Tu orilla, mi extremo
favorito,
a diario arribando a mi
vera
por los parajes donde yo
medito.
Tan atrás quedan las nubes,
afuera,
ingenioso tu secreto
erudito,
junto a ti, arrincono mi
ceguera.
Fotografía Pexels