Aleluya, tu alma tan mimosa,
sorpresa para mi picor disperso,
primorosa en este universo,
con mi mejoría melancoliosa.
Y sin la intemperie nebulosa,
reflejo de nuestro amor inverso,
después de aquel vagar en mi verso,
el edén, mi galaxia misteriosa.
Tu entrada en mis sueños magistrales,
principal ruido de mi tarareo,
rondando en mis ensueños reales.
Con tu paradigma, sutil solfeo,
prana en tus notas angelicales,
tu linda nana, canción de Morfeo.
Fotografía Pexels
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