Noble numem, caminas por mis venas,
con abundante sed, tan atigrado,
con la desidia de lo aflorado,
en todos mis rincones, tus escenas.
Me alegras con tus enhorabuenas,
mi noble numem aterciopelado,
canal de dulzor acaramelado,
ostracismo raudaz de mis gangrenas.
Noble nunem, mi numem verdadero,
exclusión de mi amarga soledad
por tu claro menester de alfarero.
Maestro con tu sensibilidad,
honor en mi mundo imperecedero,
por tu casualidad, por tu deidad.
Mercedes Luque Navarro
poemasdemercedes.com

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