Un rico café
en las nubes de tu vergel.
Blancura pura,
extremaunción
a tu vera.
Si tuviera,
las mismas ocasiones,
de los perros fieles,
cerca de las tinajas del cielo,
abundancia, en mi corazón,
junto a ti, lo mejor.
Limpio, mi amor,
con alma pura
de bonitos girasoles,
mirando, al sol de tu vida
y estrujando, mi pecho,
con valentía.
Tu amor, baja,
cielo abajo,
con el misterio, de los puertos,
la tierra amada,
el agua fresca
y el fuego de las laderas,
amándote, por cada vereda,
recorriendo, tus semillas,
cual rivera callada
y cual árbol renaciente,
cada vez que te tengo cerca.