Anaconda en tu cara,
picante, desesperada.
Continente descerebrado,
travesuras, que se narran,
en el comienzo, de un dolor,
de una pena, inmiscuente,
en mis venas doloridas.
Cansancio de antaño,
perpleja, frente a tus palabras,
que salpican, agua estancada,
con estragos de tus cuentas.
Todo, un espejismo,
los días que pasan,
tus palabras, muy huecas.
Tú, prometiste,
estar a mi vera.
Las promesas, se esfuman,
entre las piedras de la tierra,
después de tanto y tanto…
La soledad, en mi letargo,
en mi hundimiento,
en mi enfado,
en mis dolores,
de ver un mundo, tan raro,
con mis ojos cerrados,
pensando,
en algo nuevo,
en algo, que me despeje,
de esos tumultos,
en algo, que me haga,
un refugio poderoso,
en las bambalinas,
de una esfera rosada
y, me suba,
con sus vaivenes,
hacia el puerto del edén.
🥰🥰🥰