Te invito,
a mi mal de amores,
pendejos de horizontes,
deshechos,
en el limbo de la muerte,
anunciada, después,
del cataclismo.
Hafnio, en los días de sofoco
y lujuria, intrigante,
por tu parte,
horrorosa poción mágica
de tumbarte,
con calimas desfasantes,
con una piel hundida
donde, tirito,
con las mejores vestimentas
y mi cuerpo, desnudo,
atravesando,
las rías de tu cuerpo sofocante,
en un mar revuelto,
desperdigadas bodas,
de los aposentos imperiales
y, con el arte de crecer,
como una yerba,
que no se deja arrancar,
por los muertos vivientes,
ni por una locura,
postergada.
Trituración, que me hace ser,
invencible,
como antes, tú, eras.
(Invictus).
🥰🥰🥰🥰🥰