Aquí y ahora (Número 1.145)


«Crescente quod promissum»,

creciente y prometedor,

en los montículos de tu cuerpo.

Puentes de álamos iriscentes,

en la hoguera de la muerte,

pedaleo, fuertemente,

con peldaños de acero,

entre dedos inmóviles

que me paralizan,

con su estruendo,

de mala fortuna

y, me estrujan, el alma,

lentamente,

cada cual, a su rollo.

La vida, es eso:

hambre y pan,

agua y sequía,

fuego y lluvia…

No te conozco muy bien,

sé, que me guiñas un ojo

y no sé por qué,

quizás, busques a Wally

o no te apetece, crecer,

por las altas esferas.

No hace mucho

que, de ti, me

desenamoré.

Vete y tarda en volver,

que tu vuelta, se vaya,

a la deriva

y olvida, una a una,

las letras de mi nombre.

¡Aquí y ahora!

🥰🥰🥰




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