¡Hambre! ¡Hambre!
Hambre, de tranquilidad,
de sentarme, en la puerta,
sin más, sin prisiones
que me aten, a ningún lugar,
sin la loca ansiedad,
de tus fuertes palabras,
con el poderío, de tu verborrea,
que me marea.
¡Hambre! ¡Hambre!
Hambre, de mi soledad
y, en esta esquina,
voy a pararme,
aunque, me duela,
la cabeza, de hambre.
¡Hambre! ¡Hambre!
Hambre, entre las ramas,
con un guepardo,
lo tengo, entre mis piernas,
lo acaricio, con mis manos,
le cuento, mis manías,
le hablo, despacito,
lo cubro, con mi parsimonia,
la que me traje de Bolonia.
¡Hambre! ¡Hambre!
A mí, no se me ocurre,
acostarme, con el hambre.
por las calles de Alicante,
y, Trebujena, no me espera,
no volveré a visitarte,
hasta la nueva cosecha.
La equidistancia, me alegra,
una parada en mi vida,
ansias de tranquilidad.
¡Hambre! ¡Hambre…!
¡Chita!
🥰🥰🥰