Si mis ojos nublan el tiempo,
si mis ojos, incrédulos,
no despiertan,
de la rutina inclemente,
de una vida de recogidas,
de una vida de llantos
y de tertulias secas.
¿Cómo te cuento un cuento
si, la luz del monte salado,
no la veo,
ante las poderosas tardes
de un verano muerto?
¿Cómo te cuento un cuento
si, mi vida,
en los frenos de un apocalipsis
que va, acercándose a mí,
entre los sauces,
de la vetusta puerta,
doblada,
ante las misteriosas
cargas, despellejadas,
por la tumultuosa,
estrella pálida decreciente
que me persigue como siempre?
¿Cómo te cuento un cuento,
trazado, de pellejos muertos,
condicionados,
por un tiempo indeleble
que no calma mi alma?
¿Cómo te cuento un cuento,
despropósito acabado,
entre mi estado inanimado?
¿Cómo te cuento un cuento?
pasito a pasito,
muy lento.