Veda (Número 989)


Blanco puro, recorre,

mi cuerpo cansado,

en los diccionarios,

de la estantería

de mi vida de agonía,

fijándose, en lo más duro

de estos días, cualesquiera,

interiormente, me provoquen,

alergia, a los contactos,

con todo lo ausente

y, me forjen, un camino de rosas,

incoloras,

capaces de llevarme,

al cielo inmaculado.

Encuentros,

en otro mundo,

casi ensimismado,

con calientes portes

y quimeras,

con unos singulares pasos,

que me persiguen.

Un labio mordido,

una mirada de interesante,

la figura de un alma,

en su más grata cacería,

abriendo pecho,

hombros derechos,

poniéndose bien la cintura,

innata cacería,

en una sociedad de vedas

y, con unas presas prohibidas,

vetadas,

por mujeres independientes,

libres,

corriendo, a otros puertos,

donde, la vida,

les brinde algo mejor,

por supuesto,

sopesado, con su corazón armado,

con valor, con independencia,

marcada,

por años y años de esfuerzo,

ante los tribunales,

de los entuertos.

😘😘😘

cancerpoemas.art.blog

diccionarioderimas.video.blog

poemasdemercedes.com




A %d blogueros les gusta esto: