Me paro, delante,
de una falsa cara
que, me mira, sin ganas.
El tormento de mirarme
por los ojos le sale.
Nostalgia, de otros tiempos,
semblante serio, sin movimiento.
Las sonrisas, se fueron,
el cíclope más tortuoso de la vida,
llena este misterio.
Partidas horribles, cansadas,
por la furia, de llevarme,
a lomos, de un caballo dolorido.
El cante, se ha oscurecido,
las canciones construidas,
han pasado a otro lugar,
sin ganas de tocarlas,
se han vuelto egoístas,
solo viven en su mundo.
En los caminos,
en las veredas,
en los senderos,
otro rumbo, sin desaires.
El oxígeno, primero,
los pulmones, abiertos,
una respiración lenta,
que llegue la calma…
¡que se vayan los tormentos!
[…] https://poemasdemercedes.com/2021/03/18/furia-numero-984/ […]
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