Ortiga (Número 967)


Entre paños y lazos de amor ,

cortados,

con las mismas tijeras

de mi corazón,

saboreando,

el primer beso que me diste,

bajo el árbol de la pasión,

intrigas de los sauces llorones

cuando, una ortiga,

les rozó,

en el frío invierno,

bajo unas nubes grises,

despojados,

de la dulce libertad

de la primavera.

Versátiles nuestros besos,

con las primeras lluvias,

en nuestros cuerpos,

pintados de cera caliente,

con la mugre,

de un cacharro usado

carente de pulcritud,

con la multiplicidad,

de una lírica noche,

que alumbra,

la arteria principal,

de la calle Larios,

besándonos, vida mía.

Hoy, aún, continuamos

nuestra trayectoria,

desde aquel mes de abril,

del ochenta y cuatro

y, para tu alma,

todavía, me sigo desnudando.

Si quiere saber más:

Vista cancerpoemas.art.blog

Vista diccionarioderimas.video.blog

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