Mientras te espero,
junto a este mágico puente,
destinado,
al encuentro de almas inocentes,
campeonas, a través,
de los suburbios,
de mentes destrozadas,
moviendo sus caras,
¡con muescas tan raras!
expresiones,
de una mente dañada,
el ocaso, en sus cerebros,
las decisiones,
tomadas a lo ligero,
¡gritos! ¡carreras! ¡llantos!
¡tirados en el suelo!
ingrata, la vida, con ellos.
Solo el misterio,
de una nueva vida,
les dará, un mundo nuevo,
¡de nuevo!
Difícil, explicar,
estos sucesos.
¡Aquí estoy!
¡En esta fuente!
¡Llorando!
Esperando, que aparezca,
quien yo más quiero,
despojado de mí,
hace un lustro y medio,
por su daño, en el cerebro.
Amor mío, aún así,
¡te quiero!
Imperterritus.
(Impávido).
0 comments on “Impávido (Número 903)”